divendres, 5 d’agost del 2011

yo opino que...


YO AMO LA FANTASÍA.

Hace años que lo sé, pero esto va a peor. La fantasía, ese fantástico género literario, digamos: “es considerado de forma popular la última mierda de la literatura” –por decirlo de forma suave.

Bien, no logro entender el por qué. Hay distintos argumentos, cada cual peor que el anterior.

1. Es un género infantil, para niños de diez a doce añitos.

Bien, sí. O no. Depende de que fantasía leas, como pasa con todo lo demás. Si tu cultura sobre este género literario se basa en Eragorn, pues entiendo –y comparto- que no es una lectura recomendable para personas de más de quince años. Ahora, si hablamos de Song of ice and fire… De infantil tiene bien poco. De hecho, es bastante duro de leer –en ocasiones llega a ser incluso desagradable. Habla de una guerra, ¡y por Dios que la describe sin pudor ni censura! Lo mismo pasa con la novela propiamente dicha: si te lees a Émile Zola te recomiendo que te lo leas ya de adulto, ahora, si te lees Manolito Gafotas…

2. Es perder el tiempo, habiendo –como hay- miles de obras maestras de la literatura universal.

Hasta donde yo sé –que, reconozco, no es mucho-, una obra maestra de la literatura es considerada como tal porque o bien marcó una nueva tendencia y rompió con lo anterior, o por similares. Sin contar la magistral forma de juntar palabras que han tenido ciertos genios (y cito a Edgar Allan Poe, al cual adoro). Bueno, esto es un poco extraño, porque Tolkien –su nombre le precede- es alguien que yo considero autor de una obra maestra de la literatura universal. Un hombre que cogió la fantasía anterior, la miró, le escupió en la cara, y creó la Nueva Tierra Media. Tierra Media que, por cierto, todavía hoy, dos siglos más tarde, nos esforzamos en imitar, y cuando nos dicen “Tierra Media” pensamos “elfos”. Sí amigos, esta relación de ideas es Tolkien; no veo por qué deberíamos negar que este señor marcó la literatura, y desde luego también la cultura popular.

3. Hay cosas más buenas para leer.

Desde luego que sí, como las hay de más malas. El caso es que siempre, sea el libro que sea, hay cosas más buenas para leer. Esa es una de las grandezas de este arte: es inagotable –y va a más.

Creo que hay dos formas de vivir la literatura. Una es la forma en cómo lo hace mi compañera de piso –una estudiante universitaria de la carrera Estudios Literarios-: es una amante de la literatura y la estudia. La otra forma, no menos obvia, es la del simple hobbie, y desde luego es también la forma más común. Nunca he entendido –ni lo entiendo ahora, ni lo entenderé nunca- por qué hay ciertas personas que hacen aquello de “leerse obras magistrales de la literatura universal por el simple afán de fardar de ello más tarde”. Creo que la literatura es una forma de disfrutar, no de sufrir para poder cumplir con lo que se debe leer.

Por ejemplo, yo amo Song of Ice and Fire, lo amo, y leyendo los cuatro libracos que ya han salido disfruté cosa bárbara. En cambio, Lolita lo he aparcado en la segunda parte, porque no me gusta. Y diréis: cómo cojones no te va a gustar Lolita, del gran Nabokov, y sí te gusta la mierda esa de los Siete Reinos. Y yo os diré, porque aparte de que a gustos los colores, y toda opinión es respetable en este asunto concreto, yo puedo decir qué me gusta más, porque yo he hecho el esfuerzo de leerme doscientas páginas de Lolita antes de decir “pues no me acaba de”. Yo puedo juzgar entre ambos libros.

Esto, que conste, lo digo sin entrar en el espinoso tema de “Song es más bueno que Lolita”. Nunca he dicho eso, porque no soy quién para juzgar tal cosa –no tengo ni la preparación ni las ganas-, de igual forma que nunca he dicho “Lolita es malo y Nabokov escribe mal”, esta afirmación es harto estúpida. Lolita está muy bien escrito; simplemente, no me engancha, y habiendo –como hay- miles de libros que me van a enganchar, creo que es algo estúpido martirizarme leyéndome Lolita por el simple hecho de poder decir “mira que culta soy que me he leído Lolita”.

(Nabokov: si desde el cielo –o el infierno- lees esto, siento en el alma haberte puesto como ejemplo. Te deseo lo mejor allí donde estés).

Creo, muy sinceramente, que el género fantástico se ha vendido de forma absurda. Ni es infantil, ni es malo, ni muchísimo menos es una pérdida de tiempo –con sus particulares excepciones, desde luego.

Siempre me ha molestado el típico comentario de “¿lees eso? (risas)”, porque lo veo patético y me duele rodearme de gente tan avispada como para soltar tal comentario. Escribo ahora esta entrada en el blog porque estamos viviendo un fenómeno algo paranormal: gente que ve Game of Thrones en el Plus pero en cambio no se lo lee porque menuda estupidez leerte eso, yo prefiero leer la Odisea. Que, recordemos, estos son los mismos culturetas que luego defienden a balazos que ninguna adaptación cinematográfica supera nunca al libro original. Bien, qué añadir.

Queda muy bien de cara al público leer novelas históricas, desde luego que sí, pero la fantasía –y obviamente también la ciencia ficción; de hecho, esta segunda casi más que la propia fantasía- poseen algo que ningún otro género nos puede ofrecer: la perspectiva.

Fantasía significa, simplemente, que sucede en un mundo, o con ciertos personajes o fenómenos, que no existen en el mundo real. Bien, entonces, yo me pregunto –qué cojones, yo afirmo- que gracias a esto puedo leer, y en cierta forma vivir, otros tipos de, por ejemplo, gobierno. No me voy a extender en esto, aunque me parece un tema fascinante, sólo poner un ejemplo: leer un libro sobre un mundo donde lo que entendemos aquí por fascismo es lo normal, es el gobierno actual de x lugar imaginario, me da un perspectiva respecto al fascismo real, al fascismo descendiente de, por ejemplo, Francisco Franco. Y al tener perspectiva, al haber visto como funcionaría –o una de las maneras en las que podría funcionar- puedo formarme argumentos en mi cabeza de por qué no quiero que ese estilo de poder, de gobierno, sea el que rija mi país. Por ejemplo.

“Esto también se logra con las citadas novelas históricas”, diréis, algunos. Sí, lo sé, pero con las novelas históricas este hecho queda limitado a gobiernos (recordemos que lo de “gobiernos” es sólo un ejemplo entre miles) reales, que hayan existido o se hayan estudiado. En la fantasía esto no entiende de límites.

En fin, escribo esto más por cagarme en la madre de que por otra cosa, pero, de verdad, quiero pedir, o esperar, que esta estupidez que reina de “la fantasía no llega a género literario, porque no es literatura”, se borre de vuestras mentes. Entiendo que no te guste –y me da exactamente igual-, pero es que a mí tampoco me gusta Lolita y no digo que “no es literatura”.

¿Sabéis qué?, esto no es sólo por mi queridísima fantasía, esto es en general:

POR FAVOR, NO PREJUZGEIS, CURIOSEAD UN POCO ANTES DE HABLAR (adjunto ejemplo práctico: a) me encantó la serie de game of thrones, b) ¿en serio?, joder, pues léetelos que son buenísimos, a) paso, seguro que son una mierda, b) ¿una mierda? ¿pero te los has leído?, a) no –Vaya por Dios).

4 comentaris:

  1. Bueno, me siento muy identificada en esta entrada, pero por el papel de antagonista.
    No me gusta la fantasía. Tolkien no me interesa, nada. Ni siquiera me he fijado la parte mucho más vendible, la cinematográfica. No me he acabado ningún libro, siempre lo he dicho, y no me avergüenza. Porque, a pesar del fenómeno fan y que cada vez que hago un comentario un gatito muere en la puta Kuala Lumpur, le pese a quien le pese, El Señor de los Anillos no es un buen libro: excesivas descripciones, adjetivaciones múltiples, innecesarias. Pero ¿qué coño esperábamos? Tolkien es filólogo. La técnica la tendrá y grámatica serán gloriosas, ¿pero eso lo convierte en buen libro? Creo que no.

    En los inicios te preguntaba qué hacías leyéndote esos tochos, al principio para chincharte, luego vi la portada y me reí sin taparme la boca. Y cierto es que sé sólo de que van, pero no creo necesario leerme ni 200 páginas ni el año de edición para saber que, ni me van a gustar, ni son de una calidad suprema.

    Es extrapolable a mil casos, pero por ponerte un ejemplo, yo escucho música clásica y me vienen con algún producto de nintendocore, y no tengo ni que oír más allá de la segunda canción que yo ya sé que es una mierda.
    O si lo gozas más, otro ejemplo: tú lees filosofía y eres buena amante de la literatura, amén de amar el teatro, no creo que al ver la portada de un libro sobre Hannah Montana pienses "uhm, no lo he leído, y como tal, no puedo pensar en la calidad de la obra, así que no juzgaré, no pensaré que es una mierda". No te quiero tachar de hipócrita, pero eso lo puedes extrapolar a mil cosas en tu vida diaria. Lo que pasa es que te ha tocado la fibra sensible el tema de la fantasía, que lo idolatras, y por eso te jode.
    No te diré que no, a mí me dicen "coño, ¿te gusta Malévich? pero si ha hecho esta mierda (http://www.elangelcaido.org/creacion/200505/200505malevich13.jpg)" o "coño, ¿te gusta Pollock? Yo he cagado palomitas de colores y he hecho cuadros mejores que ese, tengo pruebas, ¿quieres ver?"

    Y quizá no tienen una calidad técnica y un estudio pulido de un Da Vinci, un Miguel Ángel o un Caravaggio, pero son maestros de la historia del arte, y siempre lo serán, pero quizá no por técnica (aunque Malévich... en fin, es otro tema, te puse ese cuadro porque es un cuadrado blanco sobre un cuadrado blanco y es el ejemplo más usado para criticarlo, de hecho el cuadro se llama así).


    De la misma manera, me lo parece la fantasía. La técnica no es pulida.

    En fin. De como sólo con la técnica o sólo con el factor ingenio imaginativo-literario no es suficiente. No sé siquiera si me he explicado bien. Bechi.

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  2. No, no. Yo, te aseguro, que por una portada no juzgo un libro (hablamos del ejemplo de Hanna Montana, ¿se escribe así?), precisamente porque mis libros favoritos (desde Drácula hasta El caballero de la armadura oxidada, pasando por Nana, tienen portadas de mierda).
    Respecto a Tolkien: "excesivas descripciones, adjetivaciones múltiples, innecesarias", te aseguro que no tanto como Flaubert en Madame Bovary.
    Me da igual que te guste (a ti y al resto del mundo) la fantasía o no, me gusta a mi y eso me basta, simplmente he usado este tema como escusa para resaltar lo patético que me parece juzgar sin conocer. Y no, no lo hacemos todos -yo sí, desde luego me queda muchos prejuicios que quitarme, pero lo voy superando. Y desde luego que uso esto como ejemplo porque me "cabrea" de forma personal, igual que otras muchas cosas tan lúcidas como "el rap no es música", "los maricones son enfermos" o "la poesía de verso blanco no es poesía". Me parece, en el fondo, lo mismo.
    Ahora no recuerdo por qué, pero creo que has dicho "hipócrita" en algún momento. Hipócrita, en este tema en concreto y para mi, es decir "la técnica no es pulida" cuando no te has leído nada de fantasía -o, como mínimo, lo poco que yo cito aquí.
    No digo que sea el mejor género literario de la historia de la humanidad, ni que todo el mundo deba amar la fantasía locamente; sólo digo que no me parece sensato decir "este libro/cuadro/canción/etc es una mierda, oh, pero no, no lo he leído/visto/escuchado/etc".
    Pero en fin, la riqueza esta en eso, ¿no?: diversidad de opiniones. Si no sería como aquello que decía Begoña: "¿pensamiento único?, eso es que hay alguien que no piensa". Pues eso, pues.
    Bechi nena.

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  3. Pero la prosa de Flaubert no es fantasía... Es como si dices "ya pero en el libro este que leo describen situacion muy indecorosas, casi vomitivas, y en la literatura norteamericana de Bukowski y Palanhuik también", pues coño, la crítica no es válida porque no son los mismos géneros.

    Y he dicho que me parece hipócrita pues, como tú has reconocido, muchas veces tienes prejuicios, y criticas a todo aquel que los tiene pero para con lo que te gusta.

    Y sí, he leído libros de fantasía, y que me acuerde ahora, Las Crónicas de Narnia no me disgustaron, y la Historia Interminable me encantó. Y que no me haya leído las 3 cosas que has citado me parece un poco estúpido catalogarme de hipócrita, y quita valor al discurso. (¿No has visto "La Chaqueta Metálica", "Senderos de gloria" o "Johnny cogió su fusil"? Pues no tienes ni puta idea de cine bélico, porque mis ejemplos, si bien típicos, son los únicos válidos).

    Los ejemplos sobre técnica no los has entendido o intencionadamente han sido tersgiversados, así que ni te molestes.

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  4. No era una crítica. Tú has dicho "Tolkien no mola por esto", y yo te pregunto, ¿entonces Flaubert no mola por lo mismo, o cómo va? Y aunque no sean los mismos géneros estamos hablando del estilo del escritor, es indiferente si escribes realismo cansino o fantasía hobbitiana -en mi opinión, era hablar de la forma, no del contenido.
    Yo tengo prejuicios, obviamente, pero no me molesta que me lo digan. Es más, me parece constructivo, porque es la única forma de darme cuenta y cambiarlos. Vamos, que no me siento atacada cuando se me dice "eh Iris, no digas que Twin Peaks es chunga y mírate un par de capítulos más".
    Tal vez tengas razón con lo de los ejemplos (y Ende es genial), pero vamos, leerte tres, cuatro, quinientos libros de un género en concreto -la fantasía en este caso- no creo que te de pasa a decir "el estilo es una mierda", porque esa frase engloba muchos más libros que, efectivamente, no te has leído. Sólo digo que las generalizaciones no me gustan, son peligrosas.
    Ni me acuerdo de lo de los ejemplos sobre técnica, así que nada -es posible que no los haya entendido, también te lo digo. Pero vamos, que no me molesto.
    Besín.

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